Rechazo escolar

Marzo 15, 2016

auditorio vacío

El rechazo escolar no siempre se considera absentismo escolar. El rechazo a la escuela se puede caracterizar como una dificultad para asistir a la escuela asociada con angustia emocional, especialmente ansiedad y depresión. Hay muchos casos en los que, debido a la ansiedad severa o al estrés, un estudiante se niega a asistir a sus experiencias regulares en el salón de clases. El rechazo a la escuela puede parecerse a muchas cosas: días de enfermedad sospechosos, síntomas vagos que incluyen dolor de cabeza, dolor de estómago, etc. asistir a la escuela.

El rechazo escolar puede ser una situación extremadamente desafiante tanto para los padres como para las escuelas. Para las familias, el rechazo a la escuela puede agregar estrés a lo que ya es probablemente una situación desafiante. Sin embargo, si las familias permiten que un estudiante se quede en casa, es posible que inadvertidamente estén reforzando el rechazo escolar.

Posibles causas del rechazo escolar

Determinar las razones del rechazo escolar se aborda mejor desde muchas perspectivas. Estos incluyen una evaluación física realizada por un médico para descartar cualquier problema de salud que pueda causar los síntomas informados. Además evaluación del comportamiento funcional (FBA) puede ayudar a determinar el motivo del rechazo escolar. La FBA debe conducir a un Plan de Intervención de Comportamiento (BIP) que detalle los comportamientos objetivo, así como las metas y objetivos para disminuir los comportamientos objetivo y reemplazarlos con comportamientos más adaptativos.

Gestión del rechazo escolar

El objetivo principal en la gestión del rechazo escolar es lograr que los estudiantes regresen a la escuela. Las mejores prácticas sugieren que el Equipo de Estudio del Niño, la familia y, cuando sea posible, el niño desarrollen un plan para que regrese al entorno escolar. No es necesario que esto ocurra todo a la vez. Después de revisar los resultados de FBA y lo que puede estar causando la ansiedad o los factores de estrés que impiden que el estudiante asista a la escuela, es posible que se deban realizar cambios en el entorno escolar. Una forma de abordar esto es considerar que el estudiante asista a una clase, actividad o día parcial en particular, todo con la intención de expandir la asistencia a la escuela gradualmente a medida que el estudiante tenga éxito.

Mientras tanto, se puede implementar la instrucción en el hogar para evitar que el estudiante se quede atrás de sus compañeros. La instrucción en el hogar puede consistir en solo unas pocas horas por semana. Si el equipo determina que la instrucción en el hogar es el mejor curso de acción para un estudiante, entonces esto se considera el entorno educativo del estudiante y sería apropiado que cualquier prueba (incluida una FBA) se realizara en ese entorno. También puede ser necesario un tratamiento adicional y podría incluir asesoramiento o atención brindada por un psiquiatra o psicólogo. Por lo general, estos servicios no se brindan en el hogar y requerirían que el estudiante viaje a oficinas externas. Finalmente, la instrucción en el hogar a menudo se considera uno de los entornos más restrictivos y es un desafío logístico y financiero para los distritos escolares. Por lo tanto, teniendo en cuenta las necesidades y los mejores intereses del estudiante, el equipo del Programa de Educación Individualizada (del cual los padres son participantes iguales) debe continuar trabajando hacia un entorno menos restrictivo.


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